LAS MIL CARAS DE LA
HOMOFOBIA Y EL SEXISMO
"La sociedad es en todos los sitios
Una conspiración contra
La personalidad de cada uno
De sus miembros."
Ralph Waldo Emerson
I. Homofobia y / o Homofobia Machista:[1]
Fobia a la homosexualidad. Es una enfermedad psicológica. // La Homofobia es el miedo o la aversión hacia la homosexualidad o las personas homosexuales, así como la discriminación a las mismas. El odio, la hostilidad o la desaprobación de las personas homosexuales[2]. // se refiere a la aversión, odio, prejuicio o discriminación contra hombres o mujeres homosexuales, aunque también se incluye a las demás personas que integran a la diversidad sexual, como es el caso de las personas bisexuales o transexuales, y las que mantienen actitudes o hábitos comúnmente asociados al otro sexo [roles de género, comportamiento de género o identidad de género], como los metrosexuales y las personas «con pluma».
Existe cierto relativismo sobre lo que abarca el concepto de homofobia. Así por ejemplo, los que rechazan las políticas de igualdad (entre personas de diferente orientación sexual) consideran que ese rechazo no es homofobia, sino simplemente una opinión igualmente respetable como la aprobación. [En los siguientes rubros veremos que esta opinión tiene una definición sexista o de poder social conocida como heterosexista]. [3]
· Bifobia: es el miedo, la discriminación o el odio hacia personas bisexuales
· Transfobia: hace referencia a la discriminación hacia la transexualidad y las personas transexuales o transgénero.
· Lesbofobia: tipo de discriminación homófoba y sexista hacia las lesbianas
· Travestofobia: tipo de discriminación por utilizar prendas designadas heterosexistamente a un género determinado.
II. Sexismo:
Discriminación de personas de un sexo por considerarlo inferior al otro o hacia una aspecto de la sexualidad humana. [4]
III. Heterosexismo o heterocentrismo:
Denota la suposición de que todo el mundo es heterosexual y la creencia que las personas heterosexuales son por naturaleza superiores [y normales] a las personas homosexuales y bisexuales. Además, el heterosexismo indica la discriminación y el prejuicio en favor de las personas heterosexuales y contra los gays, las lesbianas y los bisexuales. Como predisposición hacia las personas heterosexuales y la heterosexualidad, el heterosexismo se califica por estar "arraigado y ser característico de las más importantes instituciones sociales, culturales y económicas de nuestra sociedad." Por lo tanto, el heterosexismo engloba las creencias y las actitudes subyacentes de tal preferencia. El heterosexismo no es monopolio exclusivo de las personas heterosexuales. La gente de cualquier orientación sexual, incluso gays, lesbianas y bisexuales, puede tener creencias heterosexistas dimanadas de la noción cultural esencialista en la que la masculinidad (el varón) y la feminidad (la mujer) se complementan entre sí.[5]
IV. Heterosexualidad obligatoria o heteronormatividad: [6]
Régimen donde se fuerza a las personas a pensar que el mundo está dividido en dos sexos que se atraen sexualmente uno al otro[7] // es un régimen social, político y económico que impone el patriarcado y las prácticas sexuales heterosexuales mediante diversos mecanismos médicos, artísticos, educativos, religiosos, jurídicos, etc. y mediante diversas instituciones que presentan la heterosexualidad como necesaria para el funcionamiento de la sociedad y cómo el único modelo válido de relación sexoafectiva y de parentesco. El régimen se retroalimenta con mecanismos sociales como la marginalización, invisibilización o persecución. Tiene como base un sistema dicotómico y jerarquizado. Esto incluye la idea de que todos los seres humanos recaen en dos categorías distintas y complementarias: varón y mujer; que las relaciones sexuales y maritales son normales solamente entre personas de sexos diferentes; y que cada sexo tiene ciertos papeles naturales en la vida. Así, el sexo físico, la identidad de género y el papel social del género deberían encuadrar a cualquier persona dentro de normas íntegramente masculinas o femeninas. En consecuencia, en la heteronormatividad la heterosexualidad es considerada como la única orientación sexual normal. Las normas que este término describe o critica pueden ser abiertas, encubiertas o implícitas. Aquellos que identifican y critican la heteronormatividad dicen que deforma el discurso al estigmatizar conceptos diferentes tanto de sexualidad, como del género y hacen ciertos tipos de autoexpresión más difíciles.[8].
V. Homofobia liberal:
La homofobia liberal es un concepto empleado por autores como Alberto Mira y Daniel Borrillo, que se define por la aceptación de la homosexualidad mientras se mantenga oculta. Es un tipo de homofobia, prevaleciente en la sociedad española desde la década de 1980 y heredera de la homofobia de la izquierda del siglo XX, se caracteriza por el «sí, pero...»: se tolera benevolentemente la homosexualidad, a condición del silencio de la condición homosexual, de la asimilación y de la aceptación de la «normalidad» del modelo heterocentrista, «por su propio bien». Se critica la pluma por su visibilidad, cualquier marca de subcultura o estética gay y, por supuesto, las manifestaciones en la calle. Cualquier transgresión es rechazada como «victimista», «conciencia de gueto», «activista» o «proselitista»[9]
VI. Heteropatriarcado:
El patriarcado se instituye sobre la coerción de la práctica obligatoria de la heterosexualidad como norma, de manera que la heteronorma funda el patriarcado, que no es patriarcado a secas, sino heteropatriarcado. La institución dominante en el orden sociosexual, el heteropatriarcado, asume diversas formas a lo largo del devenir histórico y según los contextos culturales, pero su núcleo duro permanece intacto hasta el día de hoy y afianza su dominio mediante la instauración de estereotipos y roles que se asignan a cada uno de los sexos[10]. Sus principales cedes son la Familia Tradicional y la Escuela.
VII. Plumofobia[11]:
Rechazo al amaneramiento [sobre todo en homosexuales]. Este término tiene mucho que ver con los estereotipos que se dan a la comunidad LGTB. De la misma manera tiene que ver con la división machista de los géneros en donde la mujer es amanerada o femenina y los hombres son agresivos y machos. La plumofobia no es exclusiva de los heterosexuales, sino que también se da este miedo entre los homosexuales. También se da en las mujeres tanto hacia sí mismas como de forma externa hacia otros hombres. Es como decir que lo “femenino” está por debajo de lo “masculino”, de esta forma hay quienes dicen al respecto: “Los gays son gays. A veces tienen pluma, y a veces no; no pasa nada. Igual que hay mujeres [también hay hombres] masculinas de maneras, otras [en medio], y otras esperpénticamente vehementes en sus gestos, que dan grititos por cualquier cosa. Es un rasgo independiente [y extra] de con quién se acuesten. Que cada uno lo haga con quien quiera, cuantas veces quiera, donde quiera, vistiendo como quiera y pensando lo que quiera [a este respecto hay que recordar que este “pensando lo que quiera” llega hasta donde la libertad de otro empieza, es decir, pensar sin estereotipos, pensar sin discriminar y sin ofenderé, eso sí es la libertad de pensamiento y expresión].”[12]
VIII. HeteroGris:
El que erige su heterosexualidad en una única forma “normal” de amor y la aprovecha para reprimir a los que no le imitan.[13]
IX. HomoGris:
Homosexual que imita al anterior y pretende compensar la inferioridad real de su situación en la sociedad mediante actitudes super-viriles.[14]
X. Generismo:
Dividir a las personas en dos y solamente dos sexos biológicos mutuamente excluyentes.[15]
XI. Monosexismo:
Orientación sexual hacia uno y solamente hacia uno de los dos sexos biológicos reconocidos. [16]
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XII. Heteroformación,
XIII. Heterosexualidad compulsoria,
XIV. heterorealidad
XV. heterosexualidad excluyente.
XVI. Heterolandia vs Nación Queer
XVII. Heterocultura o cultura heterosexual
XVIII. Imperialismo y / o capitalismo heterocultural.
XIX. Poder heterosexual
XX. Heterosexualidad institucionalizada
XXI. Heterovisión.
XXII. Heteronorma
Pilares que constituyen el sistema del heteropatriarcado: Oscar Guasch.
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Aquí hay que aclara dos cosas: la primera es sobre el termino homofobia. Este término tiene un alcance corto en cuanto a discriminación y se centra en abusos, violencia y en miedos. Pero no cubre el problema de fondo, puesto que muchos heterosexuales dicen “tolero” no “discrimino” pero, tolerar no es respetar y respetar no es igualdad. Homofobia es el término más usado y conocido por todos para describir el rechazo hacia las personas LGBTTTI pero que solo hace referencia al miedo a las personas LGBTTTI o el miedo a sí mismo.
En cuanto a los demás términos que no son fobias, sino sexismo como el heterosexismo, tienen un alcance gigantesco en materia de discriminación y control social. Hacen crítica al sistema heterosexual independientemente de sus ideología o posición política, o tipo de economía. Además de que son de los pocos estudios que salen sobre la “heterosexualidad” puesto que muchos estudian la homosexualidad pero prácticamente nadie se cuestiona sobre la heterosexualidad. Y algunas veces todos estos estudios se conjuntan, otras no.
Su factor común de todos estos sexismos es la norma y no la normalidad, así como la invisibilidad, el silencio, la exclusión y los prejuicios de la gente heterosexual fundados en una doxa bien intencionada históricamente hablando o inconscientemente actualmente. Cosa de la cual no se habla cuando hablamos de homofobia.
El heterosexismo llega a donde el termino homofobia no puede llegar, alcanza niveles insospechados por la cultura heterosexual de discriminación bien documentada o bien registrada que normalmente se niega a reconocer y ver respaldándose del derecho de “libertad de expresión” frecuentemente mal utilizado y mal entendido por los heterosexuales, así como respaldado por la idea de reproducción que se usa de forma no objetiva y por el propio sistema social.
Así pues, el heterosexismo ha sido producto de múltiples construcciones socio-culturales en donde lo que estaba en juego era la economía o el poder. En resumen, nuestra sexualidad se ha vuelto un régimen autoritario y normativo. Justamente, considerar que la heterosexualidad es “lo normal” o “lo natural” o “lo sano” es lo más alejado de la realidad que podemos decir.
“No fue el amor u otro vinculo espiritual o erótico lo que determino la desaparición de los matrimonios grupales y las libertades sexuales de genero femenino, para dar origen a la unión exclusiva entre un solo hombre y una sola mujer. Son motivos de índole económicos y sociales y no en esencia biológicos, los condicionantes de las diferencias que entre los sexos se establecen en las sociedades patriarcales tradicionales, y que dan lugar a la aparición de la doble moral…”[17]
Antes de terminar de explicar estos términos, se ha de aclarar que la intención de este ensayo no es discriminar la heterosexualidad, puesto que se ha de hacer una gran diferencia entre este término y el de heterosexismo. No los confundan. La heterosexualidad es una orientación sexual tan válida y respetable como cualquier otra, pero el heterosexismo y la heterosexualidad obligatoria es un sexismo que discrimina, que justifica y crea miedos (homofobia) y que tiene como doxa la “normalidad” de la heterosexualidad para recrear un régimen en las diversas generaciones.
Así pues la sexología pone de manifiesto la homofobia, y la sociología y la antropología nos muestran el heterosexismo en función de la construcción de la sociedad.
"Al entrar en sociedad deben cogerse las llaves del corazón y meterlas en el bolsillo"
Johann Wolfgang von Goethe
"El hombre es un producto social y la sociedad debe impedir que se pierda para ella"
Miguel de Unamuno.
Por: García Orozco Citlalli Berenice
11 de mayo del 2010
Para Bibliografia "Homofobia y Heterosexismo"
Ensayo.
Bibliotecología y Estudios de la Informacion
UNAM
Facultad de Filosofia y Letras
4to Semestre.
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[1] Para otros autores como Urbia Fuentes la homofobia es “… miedo (sospechas) ante el propio potencial homosexual. La intensidad de rechazo hacia lo homosexual en el mundo exterior alivia los temores ante lo homosexual en el mundo interior” y a su vez, este fragmento tiene respaldo científico por la APA en 1996. En: una aproximación a la homofobia desde un recorrido histórico.
[2] http://ilga.org/statehomophobia/Homofobia_de_Estado_ILGA_07.pdf
[3] http://es.wikipedia.org/wiki/Homofobia. Notar que lo ultimo esta entre la homofobia y el heterosexismo.
[4] http://es.wikipedia.org/wiki/Sexismo
[5] http://es.wikipedia.org/wiki/Heterosexismo
[6] En: “Sexualidades transgresoras”. Considero más interesante el termino heteronormatividad que el más común y a menudo mal utilizado homofobia porque los debates sobre la opresión y el deseo gay y lesbiano deben ir más allá del discurso humanista psicológico del miedo personal a la homosexualidad como contagio (y no por casualidad del concepto de la heterosexualidad como normal). El termino homofobia raramente se aventura en críticas políticas de como la normalidad se produce y se sexualiza como heterosexualidad. Es decir, la manera en que el sexo se inserta en la normalidad y como la normalidad se inserta en el sexo no es un área a la que se tenga acceso con el termino homofobia porque este se refiere más a la corrección de la actitud individual. El termino heteronormatividad empieza a apuntar a la manera en que la producción de lo extraño va estrechamente ligada a la posibilidad de la normalidad. Es decir, la normalidad puede entenderse tan solo mediante la construcción de su opuesto: lo extraño. En esta relación la normalidad siempre debe hacerse normal así mismo, siempre debe normalizarse. Los estudios más recientes sobre teoría queer sugieren que el problema no es el temor a lo queer (-se refiere a la comunidad LGBTTTI en su mayoría- extraño o torcido, transgresor) sino la obsesión con normalizar y contenerlo, y por consiguiente, también a la otredad. Es insólito que, de hecho, estos mecanismos sean de producción de normalidad (p. 208) // Por heteronormatividad entendemos aquellas instituciones, estructuras de comprensión y orientaciones prácticas que hacen no solo que la heterosexualidad parezca coherente –es decir, organizada como sexualidad- sino también que sea privilegiada. Su coherencia es siempre provisional y su privilegio puede adoptar varias formas (que a veces son contradictorias), pasa desapercibida como lenguaje básico sobre aspectos sociales y personales, se la percibe como un estado natural, también se proyecta como un logro ideal o moral. No consiste tanto en normas que podrían resumirse en un corpus doctrinal como en una sensación de corrección que se crea con manifestaciones contradictorias –a menudo inconscientes, pero inmanentes en las prácticas y en las instituciones. Los contextos que tienen una relación poco visible con la práctica del sexo, como narrar una biografía o las identidades generacionales, pueden ser heteronormativa desde este sentido, mientras que en otros contextos las modalidades del sexo entre hombres y mujeres podrían no ser heteronormativas. Por lo tanto, heteronormatividad es un concepto diferente de heterosexualidad más conspicuas entre los dos términos es que heteronormatividad no tiene concepto paralelo como ocurre con heterosexualidad, la cual organiza la homosexualidad como su opuesto. Dado que la homosexualidad no puede poseer “jamás” la corrección tacita e invisible para la formación social que si posee la heterosexualidad, no sería posible hablar de “homonormatividad” [hay autores que si manejan este término, pero normalmente lo hacen como un segundo plano subordinado al de la heteronormatividad y condicionado por este] en el mismo sentido (p. 230)
[7] http://www.conelpapa.com/ideologia/ideologia.htm
[8] http://es.wikipedia.org/wiki/Heteronormatividad
[9] http://es.wikipedia.org/wiki/Homofobia_liberal
[10] http://www.latice.org/kvin/es/indykv1002es.html
[11] http://www.fotolog.com/equitumsolis/25708187
[12] http://www.fotolog.com/equitumsolis/25708187
[13] Documentos contra la normalidad
[14] Documentos contra la normalidad.
[15] Otros cuerpos, otras sexualidades, p. 182 http://books.google.com.mx/books?id=GJspj3F5Pi4C&printsec=frontcover#v=onepage&q&f=false
[16] Otros cuerpos, otras sexualidades, p. 182 http://books.google.com.mx/books?id=GJspj3F5Pi4C&printsec=frontcover#v=onepage&q&f=false
[17] P. 67, sexualidad y géneros de Alicia Gonzales
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