martes, julio 06, 2010

Bibliografia de Homofobia y Heterosexismo - Parte 2

BIBLIOGRAFIA DE HOMOFOBIA Y HETEROSEXISMO
Parte 2



Por García Orozco Citlalli Berenice
UNAM
Facultad de Filosofía y Letras
Colegio de Bibliotecología y Estudios de la Información
Mat. Bibliografía
Prof. Patricia Espejel
4to Semestre - Periodo 2010-2
Febrero - Mayo 2010


Definición del tema



El sueño que me parece más atractivo
es el de una sociedad andrógina y sin género (aunque no sin sexo),

en que la anatomía sexual no tenga ninguna importancia para lo que uno es,

lo que hace y con quien hace el amor.

Gayle Rubin


El amor está en todas partes y
Se presenta de las más diversas maneras.

Príncipe y Príncipe

 


El presente discurso tiene como argumento base la normalidad de la diversidad sexual como naturalidad en la especie humana por ser una especie sumamente social y por su biología para dejar de lado la construcción ideológica de géneros y a su vez avanzar en la lucha contra el machismo y el heterosexismo que abunda en las sociedades occidentales principalmente y del medio oriente y del oriente. Como fin último, tiene el ideal de alcanzar a todas las sociedades, incluyendo el oriente en aras de la Aldea Global para una globalización plural, democrática, diversa y más humanista (no tanto económica –y sus diversos regímenes-). Es decir, se tiene como principio la igualdad entre personas sin sexismos, sin miedos, sin control, sin normativas porque la expresión de las relaciones íntimas es parte de la condición humana.
El carácter del presente texto es el de un ensayo ya que el interés del mismo es desarrollar ideas y presentar argumentos contra la homofobia y el heterosexismo en un monologo reflexivo de la autora para los lectores debido a los recientes sucesos que se han dado en Latinoamérica[1] y así poder contribuir a la lucha feminista y la lucha LGBTTTI para un mejor desarrollo de nuestras sociedades dentro del ya mencionado marco de la globalización y la infodiversidad para el bienestar de sus ciudadanos.
Se entiende aquí que la diversidad sexual presenta tres tópicos principales: homosexualidad, bisexualidad y heterosexualidad[2]. Otros tópicos los iremos descubriendo a lo largo del ensayo. Si suponemos que la homosexualidad es negativa, entonces, la heterosexualidad esta sobre la misma cuerda ya que ambas son preferencias sexuales intrínsecas[3]. Si negamos una, negamos todas. Puesto que si omitimos alguna de ellas la diversidad humana se contradice y se pierde igual que su sociabilidad.
De esto se obtiene que la heterosexualidad obligatoria[4] se aprende y por lo tanto no es natural, ni instintiva, ni tampoco genética[5]. Porque una cosa es la heterosexualidad y otra la heteronormatividad[6].
A partir de aquí y en diversos ensayos se usa la palabra heterosexualidad como sinónimo de heterosexismo y cualquiera de sus demás sinónimos (ver “Las mil caras de la homofobia y el sexismo” en este mismo documento). Pero el lector a de distinguir entre estos y la orientación sexual (heterosexualidad) que no son lo mismo y por tanto no significan lo mismo. Esta diversidad sexual es más compleja de lo que se cree. Sin embargo, los estudios objetivos de la misma se vieron detenidos por las instituciones de poder como la iglesia. De hecho, históricamente, la iglesia cristiana tiene como pilar el heterosexismo como forma de controlar y cristianizar a las masas. Ejemplo de ello fueron Rusia[7], Japón[8] e incluso los territorios que hoy ocupa México[9].
De igual forma, quienes siguieron en el poder social fueron los científicos de disciplinas como la Medicina o la Biología. Seguidos por los Abogados y Psicólogos. Todos ellos pusieron de manifiesto que la diversidad sexual fuera de la norma social era una enfermedad o una falta de ética debido al abundante puritanismo[10] (sexismo) que había en sus sociedades. De ello que se persiguieran como “criminales” y posteriormente como “enfermos”. De estas dos etapas se hereda la educación heterosexista y homofóbica que se da a los niños hoy en día basada en mitos, creencias, miedos, estereotipos y prejuicios hacia las preferencias sexuales que son enseñadas en el hogar o por el sistema social que está en el poder.
La heterosexualidad obligatoria se aprende pero la heterosexualidad como orientación sexual simplemente es. Y del régimen heterosexual la subcultura gay es por tanto producto del heterosexismo. No el ser “gay” sino la subcultura.
Sin embargo, soy partidaria de que la orientación sexual no se aprende. Lo que se aprende es la forma de disfrutar o vivir la sexualidad, de ello se desprende que los heterosexuales condicionen la forma de “querer” a una persona mientras que los bisexuales y homosexuales al no tener visibilidad suelen empezar a buscar referencias positivas o negativas sobre el tema antes de condicionar su propia forma de “querer” a una persona.
Es decir, nuestra sociedad ve a la heterosexualidad como algo obligatorio y normativo, no como algo natural e intrínseco. La ve como algo que se ha de hacer, no como algo que uno quiere hacer. Esta heteronormatividad impide un pleno desarrollo en el adolescente y en los infantes. Sobre todo en aquellos en donde la heterosexual no es la orientación sexual. De ello se desprende parte del fenómeno de la homofobia en donde los individuos se tienen miedo a sí mismos y exteriorizan ese miedo con agresiones físicas o insultos, o con intolerancia pasiva.
Incluso a diario se escuchan cosas como: “los gays no deberían quejarse porque todos tenemos derecho a opinar libremente, ellos son los intolerantes, porque ahora resulta que ya ni siquiera podemos opinar sobre ellos”[11], “Perenganito es gay, ¿tú crees? – ¡Hay no, no digas eso! ¿Cómo crees?”[12], “esa serie fomenta la homosexualidad, no deje que la vean los menores”[13], “hay que atropellar a un transexual – No, -Bueno, a un bisexual – No, -Bueno, a un Mexicano, -Sale, a un Mexicano (estos chicos están en una clase de idioma y van a representar un accidente para practicar el idioma)” [14], “Pobrecitos de los que nacen gays” [15], “… un sector de la población de alto riesgo son los discapacitados, los enfermos y los homosexuales…” [16], “yo estoy gordo y no por eso estoy pidiendo derechos especiales” [17], “no hay que dejar que adopten porque los niños van a sufrir discriminación” [18], “¿Qué pensarían si alguien de ustedes tuviera dos papás? – ¡Hay no! ¡Qué horror!” [19], “no puedo ser gay porque soy machín”[20]… como estas frases existen muchas otras, tantas que ocuparían un libro por si solas.
El problema en la adolescencia no es solamente que a las personas con orientación sexual diferente a la de un número mayor de personas se les hable bajo esos argumentos cotidianamente. Sino que existen también individuos que se están percatando de su preferencia sexual y al escuchar estos argumentos ellos empiezan a rechazarse a sí mismos, algo que los marcara psicológicamente y los acompañara durante su vida[21].
Así mismo repercute en los heterosexuales ya que muchos al no tener un proceso de auto aceptación por la visibilidad que tiene la preferencia sexual en cuestión, dan por hecho que son heterosexuales y aprenden a serlo por obligación más que porque lo son. De allí que tiempo después muchos salga del armario a una edad tardía y se sientan frustrados porque ya han construido una forma de vida determinada.
“De camino a casa, rodeaba a Louise con el brazo y la besaba. No porque tuviese ganas, precisamente —aquello no me excitó ni una sola vez—, sino porque era lo que se esperaba de mí. (…) Cada vez que veía a Leslie a solas, éste se pasaba el tiempo hablando de Linda.. (…) Cuando me preguntaba por Louise, le contestaba con evasivas, pero siempre al final acababa admitiendo que no habíamos hecho nada, y que la idea de hacerlo no me provocaba un deseo sexual incontenible, la verdad.
Se me quedó mirando.
—¿Qué te pasa? —dijo—. ¿Es que eres mariquita o algo así?
¿Lo era? Me pregunté si era posible, pero intenté quitarme esa idea de la cabeza: era demasiado horrible para considerarlo siquiera. Nunca había conocido a nadie que lo fuese y un mariquita era para mí un personaje risible, patético y estúpido como el señor Humphreys en aquella serie de televisión. Yo no quería ser así. ¡No era así! Pero, ¿qué era entonces? No lo sabía. Si era marica, aquello podía significar el fin del mundo. Tendría que ocultárselo a mis padres y a todos mis amigos”.[22]
De esto se desprende que la mejor opción de educación sexual sea la bisexual (pero ello no quiere decir que incluya una bisexualidad obligatoria) y que no determine géneros. Otro grave problema en el adolescente que se a dado cuanta que su orientación sexual no es la correspondiente a la norma es que su propia familia sea homofóbica y / o heterosexista. Y a su vez, los padres viven un cambio psicológico de peso. Hay quienes describen este fenómeno de la siguiente forma: “nosotros salimos del armario y ellos entran”. Presupone un problema que no acosa solamente a familias heteroparentales sino también a familias homoparentales.
En las primeras, los padres de familia no están preparados para dicha situación ya que nunca se mencionó la homosexualidad dentro de su educación y cuando la escucharon fue mediante parlamentos homofóbicos y / o heterosexistas, es decir, se les enseño que aquello era algo malo y no saben cómo reaccionar ya que para ellos aquello era algo que solo se veía en los medios de comunicación, es decir, lo ven como algo alejado de su persona cuando inclusos ellos tienen una orientación sexual. Y en las segundas, los padres LGTB que llegan a tener en algunas ocasiones hijos LGTB recrean patrones de la familia heteroparental por influencia de la sociedad que cree que por ser criados por dos personas del mismo sexo o transexuales los hijos van a tener esa misma orientación sexual o “disforia de género” respectivamente (ya veremos más adelante, que “disforia de género” es también un termino heterosexista)
Y si en algo estoy de acuerdo en las investigaciones religiosas en contra de la diversidad sexual es que la taza de individuos con preferencia sexual diferente a la heterosexual es 10%. Esto no significa que dicha taza disminuya o aumente (esto último, es lo que se propone en dichas investigaciones), y tampoco es que se contagie (puesto que no es una enfermedad), sino que dicho aumento es en realidad una revolución social en donde una taza “x” corresponde a un número mayor de individuos que ha sido una constante histórica biológicamente, sin embargo, lo que hace que aumente o disminuya es la sociedad en donde se encuentra, no es que haya más personas con una orientación sexual diferente, sino que cada vez más personas tienen el valor de vivir su sexualidad y tienen los medios para tener una vida digna. Por lo tanto se entiende que no hay estereotipos ni pautas psicológicas ni de conducta para clasificar a una persona con una orientación sexual.
“La homosexualidad ni se contagia ni se induce. El porcentaje de gays y lesbianas permanece estable en todas las sociedades, independientemente de la época, la geografía o cualquier otra circunstancia. Lo que varía es la interpretación que cada sociedad hace del fenómeno homoerótico [o heteroerótico[23]].”[24]
La homofobia no solo afecta a las personas con una orientación sexual diferente a la establecida por el poder social, sino también a los heterosexuales, muestra de ello son las fujoshis en Japón (ver, “Heterosexismo en los medios de comunicación”) o a los mismos hombres que creen que por ser metrosexuales o más afeminados tienen una preferencia sexual diferente a la heteronormativa. Muchos de estos hombres son heterosexuales. De aquí se complementa esta visión con el machismo.
Antes de continuar, le pido al lector que no solo lea el tema, sino que lo reflexione ya que la comprensión de este conlleva mucho de ello. No es un tema fácil, sobre todo por la cantidad de prejuicios que hay en torno al sexo y la sexualidad, que a su vez son producto de los modelos sociales heterosexistas, sin embargo, creo que es conveniente que usted intente ver más allá de su nariz antes de condenar o aceptar el tema. Piense e imagine los alcances de estos tópicos sin miedo.


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[1] La aceptación de Matrimonios en México y el progreso que Argentina está llevando en esta cuestión y el cambio de la ley de México en cuanto a la definición de matrimonio (que algún día a de alcanzar al Diccionario de la Real Lengua Española) y la posterior denuncia de inconstitucionalidad por parte de la PGR en México ante la aceptación de los Matrimonios en México.
[2] Antes de continuar se le tiene que aclarar al lector que la estas tres entidades de la preferencia y/u orientación sexual no tenían nombre en el pasado porque se contemplaban como un solo ente en donde el juego de estas tres estaba permito por algunas sociedades, mientras que en otras no. Es decir, no había etiquetas (en algunas culturas se designaba nombre en función de generó, es decir, no había orientación sexual pero si diversos géneros, no solo dos como en nuestra sociedad), la creación de estas etiquetas se deviene en el siglo XIX con la invención de la heterosexualidad que es un invento medico burgués como señala Guasch en la contra pasta de su libro “La crisis de la heterosexualidad”. Y respecto a ello dice dentro del mismo libro como ejemplo: “la patatofilia no existe, pero puede ser inventada; puede haber motivos económicos (como hacer aumentar su consumo) o razones de salud pública (si transmite alguna enfermedad) o razones políticas (frenar el crecimiento o la importancia de un colectivo que las consuma en abundancia). Se trata de afirmar que los comedores de patatas son distintos del resto de personas. Afirmar, además, que son peores. Señalarlos, condenarlos, perseguirlos, encerrarlos. En un primer momento, temerosos, tenderán a esconderse. Y a pensar por sí mismos. Algunos, al principio, aceptando la condena pedirían algo de piedad (preferentemente cristiana). Otros producirían, explícita o implícitamente, literatura sobre las patatas [nótese que la información le empieza a dar fuerza a un movimiento]. La reflexión artística con frecuencia precede a la conciencia política. Pensando por sí mismos, con el paso del tiempo, algunos saldrían del huerto. Dignificarían las patatas, crearían asociaciones en su defensa y llegarían a recomendarlas en función a una de sus virtudes nutritivas. Y el caso es que las patatas se habrían consumido desde siempre, desde mucho antes de la invención de la patatofilia. En cualquier caso, y merced a un proceso histórico y social de carácter democrático, la patatofilia dejaría de ser una desviación alimenticia para normalizarse socialmente, hasta el punto de otorgar a sus consumidores una identidad social diferenciada medianamente aceptable”. GUASCH, Oscar. La crisis de la heterosexualidad. 2a ed. Barcelona : Laertes, 2007

Y que los comedores de patatas luchen por sus derechos no es ningún capricho, se trata de hacer ver a la población que hubo un retraso social en el entendimiento de la alimentación que estuvo detenido por ciertas circunstancias puesto que tampoco se trata de volver a los sistemas antiguos de antes de que se inventara la patatofilia.Y discriminar a los comedores de patatas porque luchan por derechos iguales (que es un hecho que los tienen, aunque no son reconocidos por su propia sociedad), cae en juego de la doble moral: discriminar al que está siendo discriminado. ¿comes tú patatas? ¿Cómo te sentirías si te encantaran y luego te digieran que es una obsesión nada sana y que lo dejes de hacer por comer otro alimento a la fuerza? O mejor aún ¿Qué te parecería que te digieran que por comer patatas eres peor que los demás? No a todos les gustan las patatas, eso es un hecho, pero si gran parte de la población. Pero la sociedad que recrea Guash no lo entiende aun. Quizás sus sistema social y la ciencia social este muy atrasada ¿no creen?
[3] ¿Los gays, nacen o se hacen? Aunque esta es una pregunta que a muchos activistas no les gusta nada tener que contestar, la sociedad en general y muchos científicos, muchos de ellos gays, sí que se hacen preguntas en ese sentido. Los activistas arguyen que preguntarse por la razón de la homosexualidad es, de por sí, homófobo; y que es igual de legítimo preguntarse por las razones de la heterosexualidad. En realidad, la investigación tendría que preguntarse no ya por las causas de la homosexualidad en sí, sino por las causas de la orientación sexual en general, sea esta cual sea. De: ¿Los gays, nacen o se hacen?. ISLA TERNURA. http://www.islaternura.com/APLAYA/PapelesPENSAR/Papeles/EnsayoNaceOseHACE.htm. Consultada el 25 de mayo del 2010.
[4] Notese, no se habla de la heterosexualidad, se habla de la heterosexualidad obligatoria que no es lo mismo.
[5] GUASCH, Oscar. Op. cit. Contratapa.
[6] Así pues, estaría entrando en el campo del comportamiento sexual y no dentro de las orientaciones sexuales.
[7] La situación de los homosexuales en la Rus de Kiev es poco conocida. Las principales fuentes que han llegado hasta nuestros días son sobre todo de carácter religioso (evangelios, misales y hagiografías). En algunas se trata indirectamente relaciones fuera del marco heterosexual. A pesar de la actitud positiva hacia ese amor (platónico o no), las relaciones entre miembros del mismo sexo, que aparentemente existían en la Rus de Kiev, cambiaron por la influencia del Imperio bizantino, que llevó un pensamiento negativo hacia cualquier acto homosexual, una situación que afecta a todas las formas de cristianismo. Desde el punto de vista jurídico, no se encuentran fuentes que demuestren la prohibición de la homosexualidad y los actos homosexuales. Los viajeros del siglo XVI se sorprendían e incluso escandalizaban de que la homosexualidad era vivida abiertamente en Rusia. Según Simon Karlinski el período moscovita es probablemente «la era de mayor visibilidad y tolerancia para la homosexualidad masculina que el mundo había visto desde los tiempos de la antigua Grecia y Roma». Según los informes de viajeros extranjeros la homosexualidad no sólo estaba extendida entre las clases bajas, menos educadas, sino también entre las clases más altas e incluso entre los monarcas reinantes. A diferencia de lo que ocurría en Europa occidental, donde los homosexuales eran perseguidos, encarcelados y ajusticiados, no existían en Rusia leyes que mencionaran a los homosexuales o que prohibieran los actos homosexuales. Esto cambió con la aparición en escena de Pedro I el Grande. Pedro el Grande quien introdujo la primera ley antihomosexual en el Imperio ruso desde el primer código ruso conocido, el Русская Правда (Russkaia Pravda). Y el hecho que Pedro el Grande regulara la homosexualidad en el ejército es signo de que estaba ciertamente extendida y más cuando existía una extendida admiración tradicional por las parejas de caballeros y era bastante normal la fraternización (побрататься, pobratat'sia) entre soldados. La ley introducida contra la homosexualidad por Pedro el Grande se enmarca dentro de la imposición de ideas occidentales en Rusia que realizó. Fundó en 1703 San Petersburgo, «la ventana a occidente», e impuso a la aristocracia la cultura occidental, lo que incluía ideas sobre cómo debían comportarse los hombres. Pedro prohibió actos homosexuales en el ejército en 1716 para que fuera la punta de lanza en el cambio de actitudes en el ejército y la marina, en la que se «crean» a los «nuevos hombres». COLABORADORES de Wikipedia. Homosexualidad en Rusia. Wikipedia, la enciclopedia libre. http://es.wikipedia.org/wiki/Homosexualidad_en_Rusia. Consultado el 25 de mayo del 2010. Actualmente en Rusia se prohíben las Marchas del Orgullo Gay. A pesar de ello las personas se reúnen y luego son desalojadas violentamente. Rusia muestra un atraso de cerca de 50 años en materia de derechos humanos.
[8] La homosexualidad en Japón ha sido documentada desde tiempos remotos. Nunca ha sido considerada un pecado por parte de la sociedad o la religión, y solo fue restringida por prohibición legal durante un breve período (1873-1880). Antes al contrario, en algunos momentos de la historia japonesa, el amor entre hombres se ha entendido como la forma más pura de amor. Desde finales del siglo XIX, la exposición de Japón al pensamiento occidental (incluida la Sexología), y el deseo de los japoneses de mostrarse abiertos y proclives a tales civilizaciones, han influido notablemente en la consideración de la homosexualidad, tanto por parte del Estado japonés como por la propia población en general. Contrariamente a lo que sucede en Occidente, en Japón el sexo no se entiende en términos morales, sino en términos de placer, posición social y responsabilidad social. Aunque las actitudes modernas hacia la homosexualidad han ido cambiando, esto sigue siendo verdad hoy en día. Los actos sexuales son homosexuales o heterosexuales, y no las personas que los realizan. (ver Wikipedia). La obra de Frois está llena de muestras sobre vos valores japoneses considerados por los misioneros como pecado, faltas a la moral cristiana que venían siendo señaladas desde la época de San Francisco Xavier, entre muchos otros: sodomía, aborto suicidio, etc.; sin lugar a duda el cristianismo era portador de una versión del mundo que quería introducir (en: BARRÓN Soto, María Cristina Esperanza. El intento de cristianización en Japón como expresión temprana de la globalización. Umanesimo Latino. http://www.umanesimolatino.it/fondazionecassamarca/05_emigrazione/convegni/con_newyork_vol2.html#soto. Consultado el 25 de mayo del 2010)

[9] MOTT, Luíz. La homofobia: antes y ahora (en América Latina). Isla Ternura. http://www.islaternura.com/APLAYA/HOMOenHISTORIA/HomofobiaEnAmericaLatinaFeb2004.htm. Consultada el 25 de mayo del 2010 y, LÓPEZ, Eduardo Ramón. Isla Ternura. http://www.islaternura.com/APLAYA/HOMOenHISTORIA/Pueblos%20precolombinos%20Octubre%202004.htm. Consultado el 25 de mayo del 2010

[10] Hoy en día la palabra "puritano" se emplea de forma despectiva para referirse a alguien que tiene una opinión estricta sobre la moral sexual, está en contra de la "cultura del tiempo libre" y pretende siempre convencer de sus creencias a los demás desaprobando los puntos de vista diferentes al suyo. Para los que conozcan sobre el Puritanismo del siglo XVI nada de esto es exclusivo de los puritanos, ni tampoco es característica esencial del puritanismo, ya que su moral y tendencias ascéticas no eran más extremas que las de cualquier cristiano europeo de su época. (Aclaración respecto al uso al actual y lo que contrasta con lo que fue)
[11] Mal uso y entendimiento de lo que es la libertad de expresión.
[12] Ser gay u homosexual no es ningún insulto. Es como si alguien le digiera a Perenganita ¡eres heterosexual! ¿verdad que no les parecería que se usara de esa forma el término?
[13] En muchas series, caricaturas, programas de TV, películas hay una fuerte carga homosocial, es parte de nuestras expresiones culturales aunque opacada y ocultada. En cuanto a las caricaturas, es doxa que sean infantiles, la mayoría de las caricaturas actuales están diseñadas para adolescentes y adultos, son pocas las que hay para niños.
[14] Este caso es verídico. Fue durante una de mis clases sabatinas de inglés, mis compañeros empezaron a hablar sobre su representación, yo había llegado tarde y me toco junto a su equipo. Tómese en cuenta que estamos en México, creo que eso sirve para entender lo crítico de la conclusión racista de mis compañeros.
[15] Esto proviene del Bachillerato No 6, de una chica de primer semestre de agosto-diciembre 2009. Fue escuchado por hermana menor que iba en aquel salón y su maestro había empezado a platicar sobre el tema de los matrimonios y la modificación de la ley. El profesor no estaba en contra ni a favor, sin embargo, esa fue la reacción de sus alumnos, siendo mi hermana, la única que tuvo el valor para levantar la voz en su salón y decir a sus compañeros que reflexionaran.
[16] Esto fue en una conferencia de bibliotecología en septiembre 2008 que corresponde al coloquio cada año realizado por el colegio de bibliotecología de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. La población LGTB necesita la información, sin ella, cualquier comunidad que sea es débil, pero no por ello es una población discapacitada ni físicamente, ni mentalmente.
[17] Comentario proporcionado por un lector del Universal durante diciembre 2009 y enero 2010. Se ha de entender que no se buscan derechos especiales en principio, sino la visibilidad y aceptación de los mismos derechos con los que cuentan los heterosexuales.
[18] Nótese la doble moral: hay que discriminar a las parejas homosexuales porque están siendo discriminadas.
[19] Nuevamente, esta frase proviene del Bachillerato No6 durante la misma plática que se describe en la cita 16.
[20] De hecho, ser macho, es producir espermatozoides. Ser hombres es una identidad y ser masculino es un comportamiento, cosas separadas. Que tengas comportamiento masculino o no, que te identifiques como hombre o no, no quita que seas macho, así como el que tu preferencia sexual sea hacia otros individuos que producen espermatozoides no te condiciona a dejar de ser macho, ni a ser masculino, ni a dejar de identificarte como hombre. De hecho, en nuestra sociedad, la idea de macho está vinculada con la idea de fuerza y valor (Viril – sin embargo, la virilidad también va cambiando de época en época: “Entre la aristocracia francesa del siglo XVIII, por ejemplo, se consideraba elegante que un varón fuese sensible, artístico o cuidadoso; los hombres se vestían con holanes, se maquillaban la cara, movían la cadera al caminar, y eso era lo masculino. En la Viena del siglo XIX, durante el auge del vals, un varón brusco, tosco y ‘machín’ se habría considerado grotesco y vulgar. En ese contexto, hombres que hoy alguien podría juzgar ‘amanerados’ habrían sido considerados, en cambio viriles”. RIESENFELD, Rinna. Bisexualidades: Entre la homosexualidad y la heterosexualidad. México: Paidos, 2008. (Uno y los demás). p. 23) erróneamente. Así que dentro de este argumento, los machos que prefieren a otros machos son mucho más machos porque tienen el valor de vivir su propia sexualidad sin miedos y sin estereotipos. ¡Y siguen siendo machos! O como se diría en México: ¡Son bien machos! Otros textos también consideran que las mujeres que aman a otras mujeres son más femeninas que otras que no aman mujeres y los hombres que aman a otros hombres son más masculinos o más varoniles que los que no aman a otros hombres. Epistemología del armario, p. 51; Riesenfeld nos dice que en nuestra cultura a pesar de premiarse la heterosexualidad, lo raro es que exista ya que a pesar de ello nos separan como niños y niñas desde la más temprana edad y tendemos a separar los sexos, de aquí que se compenetren más dos chicas o dos chicos, por ejemplo. RIESENFELD, Rinna. Op. Cit. p. 78-79.
Masters y Johnson también dicen que no hay una superioridad entre la relación fisiológica heterosexual sobre la homosexual, ya que las personas del mismo sexo se complementan entre si al conocer mejor el cuerpo de su pareja. SCHIFTER Sikora, Jacobo. Ojos que no ven: Psiquiatría y Homofobia. San José, C. R.: ILPES, 1998. http://www.4shared.com/file/X9q0Sr0y/30880.html. Consultado el 25 de mayo del 2010. p. 9-10
[21] Quienes no logran aceptar su orientación sexual real viven una vida de agobiante sexualidad. Y entre más adultos se dan cuenta, más difícil es porque se ha perdido toda una vida en una vida que no se siente como propia. Quienes se dan cuenta a mediana edad o que se atreven a salir del closet a mediana edad, terminan muchas veces en separaciones familiares o en divorcios. El divorcio en si no tiene nada de negativo porque padres e hijos son independientes de sí. Sin embargo, nuestra sociedad apenas se está adaptando al divorcio después de vivir siglos en la idea de que matrimonio es igual a “hasta que la muerte los separe”
[22] Nótese que el chico se discrimina a sí mismo y hace suyos los estereotipos que el ve en los diversos medios de comunicación. “The Milkman’s on his way”, del escritor inglés David Ress en: BIMBI, Bruno. Educación sexual y homosexualidad: de eso no se habla. Gay Mente: Segunda Temporada. Febrero 2, 2009. http://gaymente.com/educacion-sexual-y-homosexualidad-de-eso-no-se-habla-2282. Consultado el 25 de mayo del 2010

[23] A este aspecto, en otras sociedades, como en los Etoro, la normatividad es la homosexualidad masculina y no la heterosexualidad: “Los Etoro son una tribu de Papúa Nueva Guinea de unos 400 miembros aproximadamente, que viven de la caza y cultivo a pequeña escala. Son muy conocidos entre los antropólogos por el modo en que su cultura incentiva la conducta homosexual entre jóvenes y hombres adultos. A partir de aproximadamente los 12 años, cada chico es "inseminado" oralmente más o menos diariamente por un joven que es asignado a él como compañero. Más adelante en su adolescencia, el chico es formalmente iniciado en un evento que implica varios compañeros sexuales masculinos, después del cual pasa a convertirse en un "inseminador" en lugar de "inseminado". Con el tiempo, el hombre mayor frecuentemente se casa con la hermana del hombre más joven. Para los Etoro, la conducta social desprecia el valor de las mujeres como madres y como esposas. Los hombres Etoro retrasan el matrimonio todo lo que pueden y, cuando se casan, se preocupan más en las ventajas que se pueden ganar al reforzar enlaces con sus compañeros masculinos. Los Etoro, de hecho, ponen obstáculos significativos al sexo heterosexual. Marido y mujer, por ejemplo, solo se les permite mantener sexo fuera del hogar común y solo bajo ciertas circunstancias que descartan aproximadamente dos terceras partes del año…” En: COLABORADORES de Wikipedia. Etoro. Wikipedia, la enciclopedia libre. http://es.wikipedia.org/wiki/Etoro. Consultado el 25 de mayo del 2010
[24] GENERELO Lanaspa, Jesús. La homosexualidad en las aulas. Wakan: Revista independiente de cultura y otras hiervas. http://www.twakan.com/numero9/Maneras9.htm. Consultado el 25 de mayo del 2010.

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